Del Valle del Guadiana a los llanos de Cáceres
La etapa comienza en la presa de Proserpina, maravillosa presa romana y entorno natural privilegiado, para después adentrarse en las dehesas extremeñas de encinas con pastos, que en esta época estan secos, al final se llega a los llanos cercanos a Cáceres.
Comienzo la Vía de la Plata en mi peregrinar a Santiago un nuevo reto.
Esta etapa en general es de buen rodar excepto algunos tramos.
Desayuno en Plaza Pizarro, y después me voy al taller de bicicletas a que me reparen el cambio. Repuestos Sainz en calle Oviedo, me deja el cambio perfectamente. Voy a sellar y después bajo a la plaza del ayuntamiento y al puente romano. En la mente tengo el pañuelo que he perdido y voy al Decathlon, después de una gran vuelta, no encuentro el pañuelo. Son las 12, no he encontrado lo que buscaba y no he salido todavía de Mérida. El arroz se me esta quemando.
Al fin salgo de Mérida un poco cabreado y sin encontrar el pañuelo después de tantas vueltas.
El trayecto al embalse de Proserpina, es por carretera y carril bici muy bueno, el embalse es una maravilla. No desaprovecho la oportunidad de bañarme. Todos los días no se baña uno en el embalse de una presa romana de 2000 años de antigüedad. Más tiempo perdido. Después del embalse se sigue por la carretera y luego se toma una pista a la izquierda, tiene algunos tramos malos de piedra pero es corta, pronto llegamos al Carrascalejo. Desde ahí a Aljucen, el camino es bueno. En Aljucen almuerzo, porque preveo que el siguiente tramo es duro.
El peor tramo del día es desde Aljucen a Alcuescar, en subida constante, con un trozo muy malo, pedregoso y con mucha pendiente, en mi caso agravado por el intenso calor de las tres de la tarde. La llegada a Alcuescar se hace superando el puerto de Las Herrerías.
El camino hasta Casas de Don Antonio muy bueno, y desde ahí a Aldea del Cano, también bueno, excepto algún pequeño tramo. En Aldea del Cano paro y veo el final de la Contrarreloj de la Vuelta 2015.
Hasta Valdesalor el camino tiene una serie de sube y bajas que lo hacen más pesado.
Desde Valdesalor, el tramo final de la subida al Puerto de las Camellas, es muy malo, si vas justo es preferible evitarlo y tomar la carretera.
Arriba del puerto, me encuentro un ciclista, le pregunto por una tienda de bicis y me lleva a una recorriendo medio Cáceres.
Lo del pañuelo bandana se convierte en obsesión, recorro tres tiendas en Cáceres y no consigo encontrarlo.
El día no es afortunado. He llegado a Cáceres tardísimo, he recorrido varias tiendas y no he encontrado lo que buscaba y para colmo el hotel que escojo, deja mucho que desear.
Hay días para todo.
Lo mejor la plaza mayor de Cáceres, una maravilla, patrimonio de la humanidad,.Cáceres es una ciudad muy bonita, para visitar con tranquilidad.
Me tomo una cerveza de bellota ibérica (figuradamente porque está hecha en Cáceres) y una torta del Casar.
Fotos de la Etapa
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